Ciudad Lateranense 2025

Dos días de fiesta y fraternidad en nuestra parroquia

9/9/20254 min read

El pasado fin de semana vivimos algo único en nuestra comunidad: el festival “Ciudad Lateranense. Una ciudad pequeña con diversión a lo grande, para personas de corazón inquieto”. Fueron dos días de fiesta en los que la parroquia se transformó en un lugar distinto, lleno de color, música, aromas, sabores y, sobre todo, fraternidad.

La parroquia convertida en ciudad

Gracias a la dedicación de los equipos pastorales, la parroquia se transformó en una auténtica ciudad. El grupo de jóvenes IXTUS con su creatividad y esfuerzo hizo que no faltara nada: calles con nombres, semáforos, señales de tránsito, una plaza central y hasta nuestro propio obelisco. Cada detalle invitaba a recorrer, sorprenderse y disfrutar.

El patio de juegos “Pequeño Letrán” fue uno de los espacios más visitados: allí los chicos (y también los grandes que se animaron) pudieron divertirse con juegos didácticos como pelotas, tiro al blanco, mini golf y otras propuestas con premios que animaron a todas las edades.

Sabores y creatividad en cada rincón

Cada grupo parroquial preparó con cariño su propio stand, creando un recorrido donde no faltaron las opciones para todos los gustos. Así, nuestra “Ciudad Lateranense” contó con:

“Copas de Caná”, un lugar para refrescarse con bebidas.

“Naturalmente del Valle”, con yerbas y sales aromáticas que despertaban los sentidos.

“Café Martins”, para disfrutar de un buen café entre amigos.

“El Baúl de la Fe”, el bazar lleno de preciosas artesanías, con espíritu parroquial.

“Delicias Lateranenses”, con dulzuras para endulzar la tarde.

“Los Pochoclos del Abuelo”, infaltables en toda plaza de barrio.

“Santa Pizzeta”, que tentaba con sabores caseros.

“Jesús y el Buen Sabor”, que hizo honor a su nombre.

“Santo Pancho", panchos que arrasaron por tu sabor.

"Epa la Arepa”, con comidas hechas por manos expertas.

“Dulce Doncella”, el kiosko de la ciudad.

"Banco Lateranense", infaltable en toda ciudad.

"Registro Civil", de paso obligado para circular con la identificación de todo "Ciudadano Lateranense".

Y el patio de juegos “Pequeño Letrán”, el parque lleno de diversión.

Cada stand fue una muestra de dedicación. La variedad no solo alegró el paladar, sino que fue signo de la diversidad de talentos y dones que existen en nuestra comunidad.

Una fiesta para toda la comunidad

Todo se desarrolló en un marco de música, risas y alegría. “Ciudad Lateranense” no fue solo un evento: fue una oportunidad para abrir las puertas de la parroquia a todo el barrio, invitando a los vecinos a ser parte de esta gran familia. Al mismo tiempo, lo recaudado permitirá sostener y acompañar las actividades pastorales y solidarias que la parroquia realiza durante el año.

Más allá de lo económico, lo que quedó en cada corazón fue la experiencia de sentirse comunidad: trabajar codo a codo, disfrazarse, cocinar, atender un stand, jugar con los chicos, cantar y bailar juntos. Todo nos recordó que la parroquia es casa abierta, un espacio donde siempre hay lugar para todos.

Gracias por hacerlo posible

Personajes que hicieron reír y disfrutar

Uno de los momentos más divertidos del festival fue ver cómo los mismos fieles se animaron a disfrazarse y jugar distintos personajes. Entre los pasillos de la parroquia aparecieron vendedores de pochoclo de plaza, un sorprendente Darth Vader, policía, presidiarios, la simpática mascota Fido y reporteros que llenaron de color y alegría cada rincón.

A cada grupo que puso manos a la obra y a cada persona que se acercó a participar: ¡GRACIAS!

Un agradecimiento muy especial a nuestros sacerdotes, que fueron artífices y motores de esta fiesta. Los vimos jugar, animar y reír junto a todos, regalándonos una imagen preciosa de lo que significa un pastor cercano a su comunidad.

Ciudad Lateranense: un lugar donde la fe, la creatividad y la fraternidad se encuentran. Una ciudad pequeña, que dejó diversión a lo grande y los corazones inquietos llenos de alegría.