San Juan de Letrán, madre de todas las iglesias

“Hoy estamos de fiesta”. Con esas palabras nuestro párroco nos introdujo en la celebración de la Dedicación de San Juan de Letrán, la catedral del Obispo de Roma —el Papa— y, por eso, llamada desde antiguo madre y cabeza de todas las iglesias de la Ciudad y del mundo.

El párroco continuó: "La dedicación de la Basílica de Letrán, madre de todas las iglesias; fue, es y será la catedral del Papa. No es San Pedro, sino San Juan de Letrán… Allí es donde está el cuerpo de Juan el Evangelista. A nosotros los canónigos regulares, tres veces en la historia, nos tocó custodiar esa catedral. Los padres de esta parroquia somos Canónigos Regulares de Letrán: Canónigos que significa sacerdotes; regulares, en el sentido de que seguimos la regla de un santo y de Letrán por que fue nuestra casa durante mucho tiempo… Es fiesta y por eso estamos de blanco. Hasta el año 324 la Eucaristía se celebraba muchas veces en las catacumbas, escondidos; pero a partir de la erección de la iglesia como tal, se empezó a celebrar abiertamente. Desde entonces, por fin la misa pudo ser participada por todos”.

De las catacumbas a la plaza

Durante los primeros siglos, muchos cristianos celebraban la fe a escondidas. La dedicación de Letrán recuerda el paso de la Iglesia desde la clandestinidad a la vida pública: templos abiertos, campanas que llaman, comunidades que se reúnen sin miedo. Por eso el color blanco de hoy: alegría, luz y gratitud por el don de la Iglesia que puede anunciar a Cristo sin esconderse.

Apuntes históricos

• Nombre completo: Archibasílica Papal del Santísimo Salvador y de los Santos Juan Bautista y Juan Evangelista en el Laterano.

• Título latino: Omnium Urbis et Orbis Ecclesiarum Mater et Caput —“Madre y Cabeza de todas las Iglesias de la Ciudad y del Mundo”.

• Dedicación solemne: 9 de noviembre del año 324, por el papa Silvestre I, tras la construcción y financiación impulsadas por el emperador Constantino.

• Signo de libertad: “La de Letrán fue la primera iglesia en la que los cristianos pudieron celebrar sus liturgias libre y públicamente”.

• Patrocinios añadidos: en el siglo IX el papa Sergio III añadió la dedicación a San Juan Bautista; y en el siglo XII el papa Lucio II incorporó también a San Juan Evangelista.

• Sede del Papa: desde el siglo IV y hasta el final del período de Aviñón (siglo XIV), el Laterano fue la sede del papado; hoy continúa siendo la catedral del Obispo de Roma.

Una fiesta que sentimos propia

Nuestra comunidad tiene un vínculo especial con Letrán a través de los Canónigos Regulares. Como recordó el padre, a nuestra familia religiosa le tocó custodiar esa catedral en diversos momentos de la historia. Celebrar Letrán, entonces, es agradecer una herencia y renovar el compromiso de servir a la Iglesia con fidelidad, sencillez y alegría.